EL
DOCENTE DEL TERCER MILENIO Y LA FORMACIÓN CIUDADANA DESDE LA PEDAGOGIA CRÍTICA
DE PAULO FREIRE
Educarnos para la ciudadanía es prepararnos para la convivencia
democrática, para el estado de derecho, para la participación política, para la
responsabilidad social, para la solidaridad y el bien común.
Desde perspectiva de la pedagogía crítica defendida por Paulo Freire
,el maestro de la dignidad ,por Henry Giroux y Peter Mc Claren ,para ellos los
docentes son intelectuales críticos y
transformadores que deben vincular la enseñanza con los imperativos de la
democracia y con la dinámica de la ciudadanía, es decir, deben insertarse los
procesos de enseñanza –aprendizaje en
las esferas políticas puesto que la enseñanza es una lucha por el significado y
una pugna por las relaciones del poder. Por consiguiente la educación es el
terreno donde el poder y la política adquieren significado.
Paulo Freire define la educación como un proceso intencionado,
político para superar la conciencia ingenuo
y adquirir la conciencia crítica, por eso la educación es una forma de
intervención en el mundo, desde la óptica freireana .
El cuestionó la concepción positivista Durkheiniana de Educación como
trasmisión de cultura de una generación otra
y con ella a la educación bancaria que buscaba adaptar al hombre a la sociedad y propone, la
educación libertadora, dialógica trasformadora.
Para ello destaca ,Paulo Freire la importancia de la Formación del
Docente para el nuevo milenio, para el Siglo XXI,aplicando una relación
horizontal docente - dicente siendo el rol fundamental del docente incentivar
la curiosidad epistemológica ,es decir,: ENSEÑAR APRENDER A INVESTIGAR,
propuesto por Paulo Freire ,enseñar exige investigar porque el que no investiga
tiene poco que enseñar .Desde esta óptica hay que formar al ciudadano para la
participación activa hacia la democratización de la sociedad.
En su obra Política y Educación Paulo Freire se introduce en el debate
Modernidad - Posmodernidad proyectándose hacia el Siglo XXI. El pensamiento Freireana está
siendo estudiado en la Universidad más
prestigiosa del mundo y en Latinoamérica se le conoce como el maestro de la
dignidad , la afirmación de Henry Giroux al considerar que, Paulo Freire
combina la dinámica crítica y la lucha colectiva con una filosofía de la
esperanza, además de analizar su Proyecto Político Pedagógico destacando la
importancia de la formación docente para el nuevo Milenio: a tono con el
desarrollo científico y las nuevas tecnologías ,sin descuidar la formación de
la persona.
PAULO FREIRE Y SU TEORÍA SOBRE LA
EDUCACIÓN COMO PRÁCTICA DE LA LIBERTAD.
Paulo Freire no sólo creó una teoría y técnica
pedagógica para erradicar el analfabetismo en su país y América Latina, sino
que nos ha brindado sus mejores ideas para
ayudar al individuo a convertirse en un hombre libre, de ahí que su teoría se
base en el encuentro de los hombres manifestándose a través de un diálogo
libre.
Por lo tanto, siguiendo el pensamiento de Freire,
la educación es un diálogo que no puede
ni debe darse en el vacío, sino en situaciones concretas de orden social,
económico y político.
Partiendo de esta consideración, desde mi punto de
vista, nadie es analfabeto, inculto o iletrado por elección personal, sino el
resultado de situaciones sociales y económicas en que se encuentra. Freire
vivió estas condiciones y tomó conciencia de ellas a través de su propia experiencia,
dándose cuenta que esta situación no era exclusiva de la población de su país
(Brasil) sino que eran vividas por un gran número de hombres en toda
Latinoamérica.
Es por esta razón que sus experiencias se originaron
en Brasil, pero fácilmente pudieron ser adaptadas para otros países.
Esta concepción moderna de la educación, significa
la abolición de aquella diferencia
siempre existente entre “educador y educando”; para la creación de una nueva relación
educativa basada en el “diálogo” de uno y otro, donde deja de existir la
división antes apuntada, para ser reemplazada por dos hombres que se nutren de
sí mismos, como producto de una relación de amor que comprende la humildad, la
esperanza, la fe y la confianza, a través de su comunicación.
Esto crea en el hombre una conciencia crítica de
su relación en la búsqueda de una realidad concreta y en donde el diálogo
adquiere estímulo y significación en virtud de que “solo llego a ser yo mismo,
cuando los demás lleguen a ser ellos mismos”.
Con esto afirma Freire su teoría pedagógica basada
en la comunicación y el diálogo horizontal con “alguien” o sobre “algo” en un
momento determinado.
La educación en su concepción tradicional, no supera
el estadío antes mencionado o lo que Freire llama concepción Bancaria de la
educación y, que en sus palabras es:
- “El educador es siempre el que “educa”; el educando el educado,
- El educador es quien disciplina; el educando es disciplinado,
- El educador es quien habla; el educando el que escucha,
- El educador prescribe, el educando el que sigue la prescripción;
- El educador elige el contenido de los programas, el educando lo recibe en forma
- de depósito,
- El educador es siempre quien sabe, el educando el que no sabe,
- El educador es el sujeto del proceso, el educando es su objeto”.
Una concepción tal de la educación, convierte sin
lugar a dudas el educando en un sujeto pasivo y de fácil adaptación, le
desfigura su condición humana, pues le concibe como un depósito de algo, que
debe ir siendo llenado por pedazos de mundo, que han sido digeridos y
determinados por otros y con lo cual se pretende crear conciencia.
Crear conciencia, he aquí otro de los pilares de
las ideas de Freire sobre la educación como práctica de la libertad que reclama
nuestra atención.
¿Cómo proveer al educando de los instrumentos para
resistir a los poderes del desarraigo, frente a una civilización industrial,
que se encuentra ampliamente armado de medios, con los cuales amplía las
condiciones existentes de su existencia?
¿Qué educación se le puede posibilitar al hombre
para que pueda enfrentarse valientemente a toda su problemática de la realidad?
¿Cómo ayudar al hombre a que se eduque?
Freire, partió para que una educación sea válida,
debe ir precedida de una reflexión del hombre y de un análisis del medio de
vida real del hombre; es decir, de sus condiciones sociales, económicas y
políticas dentro de las cuales se encuentra inserto.
Si falta la reflexión del hombre sobre el hombre,
se corre el riego de utilizar métodos educativos y formas de acción erradas,
que reducirán al hombre a la condición de objeto, y no a la de sujeto, premisa
número uno de todo quehacer educativo.
La educación debe ser liberadora y mostrar el
cambio al desarrollo de una toma de conciencia y actitud crítica del hombre y
su medio, pues sólo gracias a esto, el hombre podrá escoger y decidir por sí
sólo; sólo a través de este camino surgirá un hombre plenamente consciente,
comprometido y dispuesto a intervenir en su realidad para cambiarla.
Al respecto Freire dice: “En la medida en que el
hombre integrado en su contexto, reflexiona sobre este contexto y se
compromete, se construye a sí mismo y llega a ser sujeto”.
Para concluir, recordemos que bajo esta perspectiva,
la educación caracterizada por el diálogo contiene como objeto principal de su
quehacer, el Concientizar al pueblo, al hombre del pueblo, mediante una
problematización de sí mismo, a través del conocimiento científico de su
realidad y en el cual su esquema básico de la relación educativa es un educador-
educando con un educando- educador; o sea, una relación que conlleve a los hombres
a educarse entre sí, mediatizados por el mundo y en una tarea permanente de transformación.
Las ideas de Paulo Freire sobre la educación y las
nuevas orientaciones que se le imprimieron a la corriente de
Reconceptualización del Trabajo Social, se integran en el siguiente pensamiento
de Julio Barreiro sobre la obra de Paulo Freire. “Hay una práctica de la
libertad, así como una práctica de la dominación. Actualmente nos movemos,
somos, vivimos, sufrimos, anhelamos y morimos en sociedades en que se ejerce la
práctica de la dominación.
No perdemos nada si intentamos una nueva sociedad,
un nuevo hombre, un nuevo mañana. La pedagogía de Paulo Freire es, por excelencia,
una “pedagogía crítica”. La conciencia crítica y, de ésta a la conciencia política,
no puede decirse que sea éste el objetivo oculto o declarado del educador. Es
el resultado natural de la toma de conciencia que se opera en el hombre y que
despierta a las múltiples formas de contradicción que hay en nuestras actuales sociedades.
Esta toma de conciencia hace evidentes esas situaciones. “Concientizar”, pues, nos es
sinónimo de “ideologizar”
Barreiro, Julio. – Introducción. “La Pedagogía como Práctica de la Libertad”.
Parte I: El docente de III
Milenio desde la Pedagogía Critica de Paulo Freire.
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