Por: Dr. Eduardo R. Hernández González.
Pediatra y Terapeuta de la Conducta Infantil
El doctor Howard Gardner, director del Proyecto
Zero y profesor de psicología y ciencias de la educación en la Universidad de
Harvard, ha propuesto desde 1993 su teoría de las Inteligencias Múltiples. A
través de esta teoría el Dr. Gardner llegó a la conclusión de que la
inteligencia no es algo innato y fijo que domina todas las destrezas y
habilidades de resolución de problemas que posee el ser humano, ha establecido
que la inteligencia está localizada en diferentes áreas del cerebro, interconectadas
entre sí y que pueden también trabajar en forma individual, teniendo la
propiedad de desarrollarse ampliamente si encuentran un ambiente que ofrezca
las condiciones necesarias para ello.
Por primera vez, en 1993, Gardner señaló que
existen siete inteligencias. Estas son: la lingüística-verbal, la
lógica-matemática, la física - anestésica, la espacial, la musical, la
interpersonal y la intrapersonal. Luego basándose en los estudios más recientes
establece que hay más inteligencias: la naturalista, la espiritualista, la
existencial, la digital y otras.
Los educadores que realizan proyectos educativos
con las Siete Inteligencias Múltiples han incorporado la inteligencia
naturalista como la octava de ellas.
Veamos cada una de ellas:
• La inteligencia lingüística-verbal: es la capacidad de emplear de
manera eficaz las palabras, manipulando la estructura o sintaxis del lenguaje,
la fonética, la semántica, y sus dimensiones prácticas.
Está en los niños a los que les encanta redactar
historias, leer, jugar con rimas, trabalenguas y en los que aprenden con
facilidad otros idiomas.
• La inteligencia física-cenestésica: es la habilidad para usar el
propio cuerpo para expresar ideas y sentimientos, y sus particularidades de
coordinación, equilibrio, destreza, fuerza, flexibilidad y velocidad, así como
propioceptivas y táctiles.
Se la aprecia en los niños que se destacan en
actividades deportivas, danza, expresión corporal y/o en trabajos de
construcciones utilizando diversos materiales concretos. También en aquellos
que son hábiles en la ejecución de instrumentos.
• La inteligencia lógica-matemática: es la capacidad de manejar
números, relaciones y patrones lógicos de manera eficaz, así como otras
funciones y abstracciones de este tipo.
Los niños que la han desarrollado analizan con
facilidad planteamientos y problemas. Se acercan a los cálculos numéricos,
estadísticas y presupuestos con entusiasmo.
• La inteligencia espacial: es la habilidad de apreciar con
certeza la imagen visual y espacial, de representarse gráficamente las ideas, y
de sensibilizar el color, la línea, la forma, la figura, el espacio y sus
interrelaciones.
Está en los niños que estudian mejor con gráficos,
esquemas, cuadros. Les gusta hacer mapas conceptuales y mentales. Entienden muy
bien planos y croquis.
• La inteligencia musical: es la capacidad de percibir,
distinguir, transformar y expresar el ritmo, timbre y tono de los sonidos
musicales.
Los niños que la evidencian se sienten atraídos por
los sonidos de la naturaleza y por todo tipo de melodías. Disfrutan siguiendo
el compás con el pie, golpeando o sacudiendo algún objeto rítmicamente.
• La inteligencia interpersonal: es la posibilidad de distinguir
y percibir los estados emocionales y signos interpersonales de los demás, y
responder de manera efectiva a dichas acciones de forma práctica.
La tienen los niños que disfrutan trabajando en
grupo, que son convincentes en sus negociaciones con pares y mayores, que
entienden al compañero.
• La inteligencia intrapersonal: es la habilidad de la autoinstrospección,
y de actuar consecuentemente sobre la base de este conocimiento, de tener una
autoimagen acertada, y capacidad de autodisciplina, comprensión y amor propio.
La evidencian los niños que son reflexivos, de
razonamiento acertado y suelen ser consejeros de sus pares.
• La inteligencia naturalista: es la capacidad de distinguir,
clasificar y utilizar elementos del medio ambiente, objetos, animales o
plantas. Tanto del ambiente urbano como suburbano o rural. Incluye las
habilidades de observación, experimentación, reflexión y cuestionamiento de
nuestro entorno.
Se da en los niños que aman los animales, las
plantas; que reconocen y les gusta investigar características del mundo natural
y del hecho por el hombre.
Cuanta posibilidad intelectual, y cuanta capacidad
de desarrollo poseemos, sin embargo, cuando analizamos los programas de
enseñanza que se imparten en muchas instituciones y que obligan a los alumnos,
a los niños a seguir, observamos que se limitan a concentrarse en el predominio
de las inteligencias lingüística y matemática dando mínima importancia a las
otras posibilidades del conocimiento. Razón por la cual muchos alumnos que no
se destacan en el dominio de las inteligencias académicas tradicionales, no
tienen reconocimiento y se diluye así su aporte al ámbito cultural y social, y
algunos llegan a pensar que son unos fracasados, cuando en realidad se están
suprimiendo sus talentos.
Por lo anterior descrito, sabemos entonces que no
existe una inteligencia general que crezca o se estanque, sino un elenco
múltiple de aspectos de la inteligencia, algunos mucho más sensibles que otros
a la modificación de estímulos adecuados.
En la
actualidad se habla del desarrollo integral del niño, es decir que incluya
todos los aspectos del desarrollo (físico, sexual, cognitivo, social, moral,
lenguaje, emocional, etc.), en esto se basa la teoría del Desarrollo de las
Inteligencias Múltiples.
Existen
dos tipos de experiencias extremas claves en el desarrollo de las inteligencias
que es importante tomar en cuenta, las experiencias cristalizantes y las
experiencias paralizantes. Las primeras, las experiencias cristalizantes, son
hitos en la historia personal, claves para el desarrollo del talento y de las
habilidades en las personas. A menudo estos hechos se producen en la temprana
infancia. Estas experiencias son las que encienden la chispa de una
inteligencia e inician su desarrollo hacia la madurez.
Por otro
lado las experiencias paralizantes existen como contrapartida de las
anteriores, se refieren a aquellas experiencias que bloquean el desarrollo de
una inteligencia, están llenas de emociones negativas, capaces de frenar el
normal desarrollo de las inteligencias. Sensaciones de miedo, vergüenza, culpa,
odio, impiden crecer intelectualmente. Es probable así, que luego de esta
experiencia un niño decida no acercarse más a un instrumento musical o no
dibujar más porque ya decidió que “no sabe hacerlo”.
La Teoría
de las Inteligencias Múltiples ha impactado a aquellos que están envueltos de
una forma u otra en el proceso enseñanza-aprendizaje. En muchas ciudades de los
Estados Unidos, en Puerto Rico, Filipinas, Singapur, así como en Europa, han
surgido escuelas en donde se llevan a cabo actividades encaminadas a
desarrollar las distintas inteligencias que el individuo posee.
Ya se
habla de “Escuelas de Inteligencias Múltiples”, donde los estudiantes aprenden
y se fortalecen intelectualmente a través de un currículo que en vez de
enfatizar la enseñanza a través de las inteligencias, las escuelas enfatizan la
enseñanza “para” la inteligencia. Los alumnos son motivados para que puedan
lograr las metas que se han propuesto alcanzar.
Los
docentes desarrollan estrategias didácticas que toman en cuenta las diferentes
posibilidades de adquisición del conocimiento que tiene el niño. Si éste no
comprende a través de la inteligencia que se elige para informarle, consideran
que existen por lo menos siete diferentes caminos más para intentarlo.
Los
padres tienen participación activa en la planificación de actividades que
ayudan a enriquecer el currículo y asisten a reuniones donde se discute el
progreso de sus hijos, además en casa estimulan, comprenden y alientan a sus
hijos en el desarrollo de sus capacidades.
Se abre
así a partir de esta Teoría de las Inteligencias Múltiples una ruptura con
viejos paradigmas de la enseñanza
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA.
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