La Gestión
del Capital Intelectual y La Gestión del Conocimiento.
El conocimiento tiene gran relevancia en la
sociedad de nuestro tiempo. En este sentido y tal como señaló Savage [4], los
cuatro factores de creación de riqueza en una economía han sido siempre:
la tierra, el trabajo, el capital y el conocimiento; pero la
importancia relativa de cada uno de ellos ha ido variando con el tiempo. De
forma simplificada se ha dividido en tres etapas, que ordenadas
cronológicamente, se encuentran: la era agraria, la industrial y la del
conocimiento.
El conocimiento se convierte en las economías de
finales del siglo XX y de principios del siglo XXI en la fuente principal de
creación de riqueza y, cada vez más, se va abriendo paso la afirmación de
Laurence Prusak [5]: "La fuente principal de ventajas competitivas de una
empresa reside fundamentalmente en sus conocimientos, más concretamente,
en lo que sabe, en como usa lo que sabe y en su capacidad de aprender cosas
nuevas."
El conocimiento puede definirse como aquella
información almacenada en una entidad y que puede ser utilizada por la inteligencia
de acuerdo a ciertos objetivos. Se puede dividir el conocimiento en dos grupos:
uno natural que pertenece a los organismos vivos con sistema nervioso y el
otro, artificial, que poseen aquellos mecanismos que simulan o reproducen
parcialmente al sistema natural. En el caso del hombre, el conocimiento es
producto de procesos mentales que parten de la percepción, el razonamiento o la
intuición. En ese sentido, uno de los conceptos fundamentales para
el conocimiento es la capacidad de relación o asociación entre estos.
Según Puleo (1985) [6], el conocimiento como
información específica acerca de algo puede referirse a dos entidades
diferentes: su forma y su contenido. La forma es esencial al determinar las
condiciones por las cuales algo puede llegar a ser objeto del conocimiento. El
contenido se produce bajo influencias externas y donde se pueden distinguir dos
actividades de la mente: percibir y concebir.
Percibir es la actividad mental mediante la cual
llegan al cerebro los estímulos del exterior y se realiza el proceso de
cognición. De otro lado, concebir es la actividad mental mediante la cual
resultan conceptos e ideas e a partir de los estímulos percibidos, los cuales
determinan a su vez los conceptos de entender y comprender que hacen que el
proceso cognoscitivo culmine en aprendizaje. Se debe diferenciar el entender de comprender, se entiende un hecho, una relación, una
palabra, un método, en cambio, se comprende una serie, un sistema, un plan. La
comprensión es una aptitud elevada del pensamiento humano.
Se rescata la idea de que la información es el
insumo esencial del conocimiento, en ese sentido, el desarrollo de las redes de
información fundamentadas sobre todo por la tecnología de Internet crea
un nuevo contexto a las organizaciones de hoy. En este entorno, las
posibilidades de publicar, almacenar y distribuir información se ha expandido
considerablemente, conduciendo a las organizaciones al planteamiento de
objetivos más ambiciosos y, poco a poco, al traslado de la idea de gerencia de
la información a la idea de gerencia del conocimiento.
Las organizaciones empresariales y públicas
disponen de un recurso vital e intangible que les permite desarrollar su
actividad esencial, ese recurso es el conocimiento. El
conocimiento reside en el complejo sistema de procesos que da como resultado,
la materialización de los bienes o servicios. Existen dos soportes básicos del
conocimiento:
Los recursos humanos que intervienen en los procesos de producción o
de soporte organizacional (formación, capacidades, cualidades personales, entre
otras).
La información manejada en dichos procesos, que
capacita a estas personas a incrementar su formación o habilidades para el
desarrollo de sus tareas.
De la fusión de estos dos soportes emerge el
conocimiento. De manera, que en la medida de que la estructura organizacional
facilite la sincronía entre persona e información se creará un entorno de
conocimiento. Este es uno de los objetivos esenciales de la gestión del
conocimiento. Las condiciones necesarias para la creación de un
entorno de conocimiento como una red de orden superior
que enlaza los recursos constituidos por:
- La calidad del recurso humano.
- La capacidad de gestionar la información.
- La habilidad del modelo organizativo para implementar e integrar las herramientas, técnicas y métodos adecuados.
La principal característica
funcional del sistema de gestión del conocimiento es hacer coincidir las necesidades concretas
de información de las distintas personas y equipos de trabajo con la
disponibilidad efectiva de dicha información.
De esta concepción acerca del conocimiento y la
información manejada han surgido nuevas áreas de trabajo vinculadas a la
creación de nuevos modelos organizacionales. Sobre la base de lo anterior, se
puede señalar que una organización es una suprarred de recursos de conocimiento
compuesta por una red
de recursos humanos, la red de recursos de información y la red de recursos
informáticos y telemáticos.
Una de las ventajas más significativa de este
enfoque es que una organización dotada de un sistema de gestión del
conocimiento tenderá a maximizar el rendimiento del aprendizaje. En
este sentido, uno de los mayores exponentes de una corriente en la administración,
Senge (1992) [7], plantea la necesidad de que los equipos, en una organización abierta
al aprendizaje, funcionen como una totalidad, es decir que la energía de cada
uno de los miembros del equipo se encaucen en una misma dirección.
Este fenómeno denominado alineamiento, a nivel
de los equipos también es necesario entre los equipos, la red de información y
la de recursos telemáticos. Tal alineamiento de recursos genera costos
de aprendizaje menores.
En la actualidad, hay al menos dos factores a
favor de la concepción de sistemas de gestión del conocimiento: Una
mayor conciencia de los gerentes hacia la información como un recurso más de la
organización y como fundamento del capital intelectual. El avance
tecnológico en informática documental, telemática y la integración de ambos a
partir de Internet, y de su desviación privada, las Intranets.
Según Drucker (1994) [8], en nuestro tiempo
existe una transformación en la concepción del conocimiento. Este ha pasado de
una situación referida al desarrollo intelectual de la persona a otra como
factor de producción tomando como base su utilidad. En este sentido, el
conocimiento se convierte en un instrumento o medio para obtener resultados.
La gestión del conocimiento involucra dos
aspectos relevantes. Por una parte la idea de gestión indica de algún
modo, la organización, la planificación, la dirección y el control de
procesos para conformar o disponer de ciertos objetivos. De otro lado, al hablar de conocimiento
se pone de manifiesto que una organización, como cualquier ser humano, está
sometida a una dinámica en la que del exterior y del interior mismo, capta o
percibe información, la reconoce, la organiza, la almacena, la analiza, la
evalúa y emite una respuesta al exterior, basada en dicha información y
englobada en el total de información almacenada procurando un resultado.
La realidad o parte de la realidad que es el
objeto de nuestra comprensión siempre se ve bajo los ojos de un paradigma o
conjunto relacionado de ideas, principios, teorías, métodos, técnicas,
herramientas y, también, creencias básicas o esenciales. El paradigma
constituye el entorno mental y sobre él se construyen las decisiones y las acciones.
En la actualidad, el modelo holístico por
excelencia es el modelo biológico, sistemas con sus propias reglas y
autoorganizados, capaces de optimizar sus propios recursos. De allí su uso
referencial al momento de identificar problemas y ofrecer soluciones para poder
realizar algo nuevo.
Evidentemente un sistema neuronal de un ser vivo
es capaz de elevadísimos y sutiles procesos de datos
y de información, de elevados ratios de respuesta y de aprendizaje. En la
gestión del conocimiento interesa sobre todo el aprendizaje. No en vano una de
las tendencias más sólidas durante la última década en las organizaciones ha
sido el de los programas de formación permanente del personal y demás
postulados planteados en la Quinta Disciplina relativos al
aprendizaje en equipo.
En el ámbito organizacional se ha valorado el
recurso humano como algo dinámico. Sin embargo, se valora más la capacidad de
aprendizaje que los conocimientos adquiridos. Es más importante aprender, ya
que esto significa conocer el conocimiento, que poseer una colección de
conocimientos.
Retomando el planteamiento de Drucker, la aplicación de conocimiento al
conocimiento implica la gestión o aplicación del mismo, existente en la
obtención de resultados y la innovación sistémica o la definición de los nuevos
conocimientos necesarios, su factibilidad y del método para hacerlo eficaz.
Adicionalmente agrega que la tarea de hacer productivo el conocimiento es una
tarea de la administración. De esta manera, la gestión del conocimiento implica
la explotación continua del mismo para desarrollar nuevos y diferentes procesos
y productos dentro de las organizaciones. El autor señala que las organizaciones
deben incorporar tres prácticas sistémicas en la gestión del conocimiento,
estas son:
Mejorar continuamente procesos y productos.
Aprender a explotar el éxito y,
Aprender a innovar.
Asociado a la Gestión del Conocimiento, el
problema de las organizaciones consiste en consultar o acceder a la información
y producir información de factores estáticos y de otro dinámico. En particular,
se debe analizar la información que se maneja en la organización real, por
ejemplo, datos o bases de datos, soportes de decisiones, documentos diversos,
tanto en formato como en procedencia o localización y documentos electrónicos.
El éxito de la organización resulta de su
capacidad de identificar y respetar los individuos y de la capacidad de
integrarlos en un todo. Un sistema de gestión del conocimiento, en un sentido
general, supone que una organización se dote de tres funcionalidades estratégicas
distintas, pero reunidas en una sola y misma aplicación informática:
- Reutilización o realimentación del valor añadido que la organización genera y adquiere, y que representa el capital intelectual de la misma, al servicio de la resolución de nuevos problemas, incrementando de esta manera el valor añadido de los servicios producidos y el rendimiento de dicha actividad.
- Investigación y análisis al servicio de las personas, que en la organización son los productores de valor añadido y /o son responsables de tomar decisiones críticas, sobre la base de una adecuada disposición de información diversa (datos, papel, textos electrónicos, etc.), y una rápida respuesta.
- Acceso unificado a todas y cada una de las capas de información tejidas sobre la estructura organizacional.
En la práctica, el individuo en
la organización se enfrenta a todo el conocimiento o a una parcela de él, por
eso la gestión del conocimiento organizacional debe ser también un instrumento
de investigación.
El soporte de un sistema de GC lo constituye la
información documental que a diario es generada en las organizaciones. De
manera que sí la misma se maneja en forma automatizada se podrá mantener más
accesible y más segura, por lo tanto más viva. Este objetivo justifica por sí
mismo la incorporación de unos métodos y unas aplicaciones informáticas
apropiadas.
En la consideración entre el manejo de
información producida en la organización y la integración de esa información a
nuevo conocimiento se deben considerar dos alternativas válidas. La primera es la posibilidad
de introducir un sistema de gestión documental el cual soluciona la gestión de
los archivos que internamente se mantienen, transformando operaciones
manuales en automatizadas y generando documentos electrónicos y soportes en
papel en los casos requeridos. La segunda opción está referida al manejo
integrado e independiente de los sistemas de información ya existentes el cual
introduce el concepto de sistemas de gestión del conocimiento, sin que ello
signifique mayores costos o mayores complicaciones tecnológicas.
Esta posibilidad incorpora la presencia de una
capa superior a la estructura informacional de la red existente o metasistema
externo e independiente de los sistemas de información operativos.
Al capturar, almacenar y emplear el
conocimiento, en los procesos organizacionales se genera valor añadido a las
organizaciones lo cual reduce el costo de aprendizaje. Los sistemas de gestión del
conocimiento deben orientarse a minimizar la energía consumida y maximizar la
energía producida para la adquisición y producción de nuevos conocimientos que
a su vez agreguen valor a la organización.
La ecuación del conocimiento en las
organizaciones plantea que en un momento dado cuando la realización de los
procesos organizacionales envuelve la utilización del conocimiento, se consume
una determinada cantidad de energía en recursos (humanos y materiales). Al plantearse
en otro momento un proceso análogo pueden ocurrir dos cosas: reproducir el mismo
consumo energético o minimizar dicho consumo, disponiendo de un sistema de
gestión del conocimiento que permita utilizar el conocimiento producido y
acumulado.
En resumen
Un
sistema de gestión del conocimiento permite la reutilización de la información
almacenada en la organización y su incorporación en los procesos funcionales y
operacionales integrando los sistemas de información existentes y permitiendo
la durabilidad de la información y el conocimiento.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario