En el Currículo Nacional, se plantea para la evaluación de los aprendizajes el enfoque formativo. Desde este
enfoque, la evaluación es un proceso sistemático en el que se recoge y valora información relevante acerca
del
nivel de desarrollo de las competencias en cada estudiante, con el fin de contribuir oportunamente a mejorar su aprendizaje.
Una evaluación formativa enfocada en competencias busca, en diversos tramos del
proceso:
Valorar el desempeño de los estudiantes al resolver situaciones o problemas que
signifiquen retos genuinos para ellos y que les permitan poner
en
juego, integrar
y combinar
diversas capacidades.
Identificar el nivel actual en el que se encuentran los estudiantes respecto de las competencias con
el fin de ayudarlos a avanzar hacia niveles más altos.
Crear oportunidades continuas para que el estudiante demuestre hasta dónde es capaz de combinar
de
manera pertinente las diversas capacidades que integran una competencia, antes que verificar
la adquisición aislada de contenidos o habilidades o distinguir entre los que aprueban y no aprueban.
¿Qué se evalúa? Desde un enfoque formativo,
se evalúan las competencias, es decir, los niveles cada
vez
más complejos de uso pertinente y combinado de las capacidades, tomando como referente los estándares de aprendizaje porque describen el desarrollo de una competencia y definen qué se espera logren todos los estudiantes al finalizar un ciclo en la Educación Básica. En ese sentido, los estándares de aprendizaje constituyen
criterios precisos y comunes para reportar
no solo si se ha alcanzado el estándar, sino para señalar cuán lejos o cerca
está cada estudiante de
alcanzarlo.
¿Para qué se evalúa? Los principales
propósitos
de
la evolución son:
A nivel del estudiante:
Lograr que los estudiantes sean más autónomos en su aprendizaje
al tomar conciencia de sus dificultades, necesidades y fortalezas.
Aumentar la confianza de los estudiantes para asumir desafíos,
errores, comunicar lo que hacen, lo que saben y lo que no.
A nivel de docente:
Atender a la
diversidad de necesidades de
aprendizaje, brindando oportunidades diferenciadas
en función de los niveles alcanzados por
cada uno, a fin de acortar
brechas y evitar el
rezago, la deserción o la exclusión.
Retroalimentar permanentemente la
enseñanza en función de las diferentes
necesidades de los estudiantes. Esto supone modificar
las prácticas de enseñanza para hacerlas más efectivas y
eficientes, usar una amplia variedad de métodos y formas de enseñar con miras al desarrollo y logro de las
competencias.
¿Cómo se evalúa en el proceso
de enseñanza y aprendizaje de las competencias?
Para llevar a cabo este proceso en el aula por parte de los profesores se brindan las siguientes orientaciones:
Comprender la competencia por evaluar.
Consiste en asegurar una comprensión cabal de la competencia: su definición, significado, las capacidades que la componen, su progresión a lo largo de la educación básica y sus implicancias pedagógicas para la enseñanza.
Para evitar
una
interpretación
subjetiva de
las
competencias del Currículo Nacional se recomienda analizar con cuidado las definiciones y progresiones presentadas
en
este documento.
Analizar el estándar de aprendizaje del ciclo.
Consiste en leer el nivel del estándar esperado y compararlo con la descripción
del nivel anterior y posterior.
De esta comparación podemos para identificar con más claridad las
diferencias en la exigencia de cada nivel. Esta información permitirá comprender en qué nivel se puede encontrar cada estudiante con respecto de las competencias y tenerlos como referente al momento de evaluarlo. Este proceso se puede enriquecer con la revisión de ejemplos de producciones realizadas por estudiantes que evidencien el nivel esperado de la competencia.
Seleccionar
o diseñar situaciones significativas.
Consiste en elegir o plantear situaciones significativas que sean retadoras para los estudiantes. Estas
situaciones pueden consistir, por ejemplo, en describir
un fenómeno
generar conocimiento explicativo de
un fenómeno (¿Por
qué llueve?), discutir o retar a
mejorar algo
existente,
crear un nuevo objeto,
comprender o resolver una contradicción u oposición entre dos o más conclusiones, teorías, enfoques, perspectivas o metodologías.
Para que sean significativas, las situaciones deben despertar el interés de los estudiantes, articularse con sus saberes previos para construir
nuevos aprendizajes y ser
desafiantes
pero alcanzables de resolver por
los estudiantes.
Además, deben
permitir
que
los estudiantes pongan
en juego
o apliquen
una
serie de capacidades, evidenciando así los distintos niveles del
desarrollo de las competencias en los que se encuentran. Estas evidencias pueden ser recogidas
a través de diversas técnicas o instrumentos como, por ejemplo, la observación directa o indirecta, anecdotarios, entrevistas, pruebas escritas, portafolios, experimentos,
debates, exposiciones, rúbricas, entre otros.
Utilizar criterios
de
evaluación
para
construir instrumentos.
Se construyen instrumentos de evaluación de competencias
cuyos
criterios están en relación a las capacidades de las competencias. Las capacidades son los atributos estrictamente necesarios y claves para
observar el desarrollo de la competencia de los estudiantes. Se requiere de instrumentos de evaluación que hagan visible la combinación de las
capacidades al
afrontar un desafío y que estas se precisen y describan en niveles de logro.
Esta forma de evaluar nos
permitirá una evaluación holística y analítica de la competencia de los estudiantes, porque
nos permitirá observar no una capacidad de manera aislada,
sino en
su combinación con otras. En el caso que un estudiante tenga
un desenvolvimiento disminuido en algún criterio, se entiende que tiene un menor desarrollo de la competencia. Este menor desarrollo se entiende
como una debilidad que hay que trabajar, porque no podrá seguir creciendo en el desarrollo de su
competencia si ese aspecto no es atendido oportunamente.
Comunicar a los estudiantes en
qué van a ser
evaluados y los criterios de evaluación. Consiste en informar a los estudiantes desde el inicio del proceso de enseñanza y aprendizaje en qué
competencias serán evaluados, cuál es el nivel esperado y cuáles los criterios en base a los cuales
se les evaluará.
Es decir, especificar qué aprendizajes deben demostrar frente a las
diferentes
situaciones propuestas. Esta comunicación será diferenciada de acuerdo a la edad de los estudiantes y puede ir acompañada de ejemplos de producciones
de
estudiantes
que den cuenta del nivel de logro
esperado.
Valorar el desempeño
actual de cada estudiante a partir del análisis de evidencias
La valoración
del desempeño se aborda desde la perspectiva
del docente y del estudiante:
Para el docente, la valoración del desempeño significa describir lo que
es
capaz de saber hacer
el estudiante a partir del análisis de la evidencia recogida: qué saberes
pone en juego para
organizar su respuesta, las relaciones
que establece, cuáles son los aciertos
y los errores principales cometidos y sus
razones probables.
Este análisis
implica, además, comparar el estado actual del desempeño del estudiante
con el nivel esperado de la competencia al final del ciclo y establecer la distancia existente. Esta información
le sirve al docente para realizar una retroalimentación efectiva al estudiante y también para corregir o ajustar
la enseñanza misma.
En este proceso, el estudiante se autoevalúa usando los mismos criterios para identificar dónde se encuentra con relación
al logro de la
competencia. Esto le permite entender qué significan las descripciones de los niveles de un modo más profundo que si solo leyera una lista de ellos. Además, le ayuda a incrementar la responsabilidad ante su
propio aprendizaje, establecer una relación de colaboración y confianza entre el docente, sus pares y él, y comprender que el nivel esperado de la competencia está a su alcance. Asimismo,
se debe promover espacios para la evaluación entre pares, porque permiten el aprendizaje colaborativo, la
construcción de consensos y refuerza la visión democrática de la evaluación.
Retroalimentar a los estudiantes para ayudarlos a avanzar hacia el nivel esperado
y ajustar
la enseñanza a las necesidades identificadas.
La retroalimentación consiste en devolver al estudiante información que describa sus logros o progresos
en
relación con
los niveles esperados para cada competencia. Esta información le permite comparar lo que debió hacer
y lo
que intentó lograr con lo que efectivamente hizo. Además, debe basarse en criterios claros
y compartidos,
ofrecer modelos de trabajo o procedimientos
para que el
estudiante revise o corrija. Retroalimentar consiste en otorgarle un valor a lo realizado, y no en brindar elogios o criticas sin sustento que no orienten sus esfuerzos con claridad o que los puedan distraer
de los propósitos centrales.
UNA RETROALIMENTACIÓN es eficaz cuando el docente observa el trabajo del estudiante, identifica
sus
errores recurrentes y los aspectos que más atención requieren. Es necesario concentrarse en
preguntas como ¿Cuál es
el error principal? ¿Cuál es la razón probable para cometer ese error? ¿Qué necesita saber para no volver a cometer ese error? ¿Cómo puedo guiar al estudiante para que evite el error en un futuro? ¿Cómo
pueden aprender los estudiantes de este error? La retroalimentación, sea oral o escrita, tiene
que ofrecerse con
serenidad y respeto, debe entregarse en
el momento oportuno, contener comentarios específicos y reflexiones, e incluir sugerencias que le ayuden al estudiante a comprender el error
y tener claro cómo superarlo para
poder
mejorar su desempeño.
LA RETROALIMENTACIÓN permite a los docentes prestar más atención a los procedimientos que emplean
los estudiantes
para ejecutar una tarea,
las dificultades y avances que presentan. Con esta información
pueden
ajustar sus
estrategias de enseñanza
para satisfacer las necesidades identificadas
en
los estudiantes y diseñar nuevas situaciones significativas, replantear sus estrategias, corregir su metodología,
replantear la manera de relacionarse con sus estudiantes, saber qué debe enfatizar y cómo, entre otros, de modo que permita acortar la brecha entre el nivel actual del estudiante y el nivel esperado. Por ello, deben considerar las
siguientes actividades:
Atender las necesidades
de aprendizajes identificadas. Brindar
oportunidades diferenciadas a los
estudiantes.
Desarrollar la capacidad de autoevaluar
el propio desempeño.
Elaborar juicios de valor globales que se traduzcan en descripciones
del
progreso del estudiante, las mismas que deben servir para
el mejoramiento continuo.
Este tipo de evaluación se realiza por período de aprendizaje (bimestres, trimestres
o anual) y en función
de
la evidencia recogida en dicho período. Consiste en establecer conclusiones
descriptivas del nivel
de aprendizaje alcanzado por el estudiante en relación al nivel esperado de la competencia (estándares de aprendizaje) señalando avances, dificultades
y recomendaciones para superarlos. Asimismo se comunica, según la escala de calificación, el nivel de
logro obtenido en cada competencia.
¿Cómo
se
califican
las
competencias?
Una evaluación formativa de tipo sumativa se centra en proporcionar
conclusiones
sobre el nivel alcanzado
por
parte de los estudiantes en base al análisis de evidencias de aprendizaje y
a través de juicios de
docentes, para lo cual se requiere el uso de una escala que describa en términos cualitativos el progreso
del
estudiante en el desarrollo de las competencias, las conclusiones en base a evidencias sobre el
desempeño del estudiante, la calificación
y el informe de progreso:
ESCALA DE CALIFICACIÓN. La escala de calificación común a todas
las modalidades
de
la educación
básica es la siguiente:
AD
|
Logro destacado
Cuando el estudiante evidencia un nivel superior a lo esperado respecto a la competencia. Esto quiere decir que demuestra
aprendizajes que van más allá del
nivel esperado.
|
A
|
Logro esperado
Cuando el estudiante evidencia el nivel
esperado respecto a la competencia, demostrando manejo satisfactorio en todas las tareas propuestas
y en el
tiempo programado.
|
B
|
En
proceso
Cuando el estudiante está próximo o cerca al
nivel esperado respecto a la
competencia,
para lo cual
requiere acompañamiento durante un tiempo
razonable para lograrlo.
|
C
|
En
inicio
Cuando el estudiante muestra un progreso mínimo en una competencia de
acuerdo al nivel
esperado. Evidencia con frecuencia dificultades en el desarrollo de las tareas, por lo que necesita mayor tiempo
|
CONCLUSIONES EN BASE A EVIDENCIA.
Son los resultados del desempeño demostrado por el estudiante, en las situaciones significativas planteadas por el docente y que
han
sido registrados a partir de los criterios de evaluación establecidos (según lo
señalado en el punto 4 de la sección anterior). Esta información es consolidada en el registro auxiliar del
docente adjuntando evidencias variadas y relevantes del
desempeño del estudiante.
Esta información consolidada sirve para
construir conclusiones
descriptivas que explican el progreso del
estudiante en un período determinado con respecto al nivel esperado de la competencia tomando referente
como los niveles de
los
estándares de aprendizaje. Las conclusiones a las que nos referimos no son notas
aisladas, ni
promedios, ni frases sueltas, ni
un
adjetivo calificativo, sino descripciones sobre el
nivel de aprendizajes alcanzado por el
estudiante.
Es importante que estas conclusiones se hagan a través de una junta de docentes en base a evidencia variada
y relevante del desempeño del estudiante recopilado durante el período de aprendizaje a evaluar. Este
análisis
debe centrarse en los
progresos del aprendizaje de cada estudiante en relación al nivel
esperado.
CALIFICACIÓN E INFORME DE PROGRESO. Las conclusiones descriptivas realizadas deberán asociarse con la escala de calificación (AD, A, B
o C)
para obtener un calificativo. El informe de
progreso del
aprendizaje
de los estudiantes contiene las conclusiones descriptivas y la calificación obtenida y está
dirigido a los estudiantes y
padres de familia. Este será entregado de manera personal (al estudiante y
al padre de familia) con el
fin
de explicar con mayor detalle el nivel
actual
del aprendizaje del
estudiante respecto del nivel esperado de las competencias (estándares de aprendizaje), así como brindar sugerencias que contribuyan a progresar a niveles más complejos.
Esta información debe servir a los docentes y directivos de la institución
educativa para decidir las mejoras
de las condiciones o estrategias que permitan que los estudiantes progresen a niveles más complejos. Esto
contribuye con los
compromisos de gestión escolar,
asumidos
por
el director
de la institución educativa.
RELACIÓN ENTRE EVALUACIÓN
DE AULA Y EVALUACIÓN
NACIONAL
Tanto la evaluación de aula como la evaluación nacional, sean
censales o muestrales, evalúan las
competencias del
Currículo Nacional tomando como referencia
a
los estándares de aprendizaje.
Además, tienen como propósito principal brindar información útil para la toma de decisiones a nivel de aula, de escuela
y de
sistema educativo. En ese sentido, ambas
evaluaciones son complementarias,
pero
tienen también características
distintas que deben ser tomadas en cuenta para que la información que
brindan sea usada e interpretada de manera adecuada. Veamos en la siguiente tabla estas diferencias:
EVALUACION
DE AULA
|
EVALUCION
NACIONAL
|
Evalúa toda la competencia y, si
se realiza adecuadamente, puede ser mucho más rica en la
apreciación de procesos de aprendizaje, dificultades
y logros.
|
Evalúa algunos desempeños
de
las competencias, pero
no puede ni pretende dar cuenta de toda la
competencia.
|
Permite
hacer seguimiento al progreso individual
y la
retroalimentación oportuna para producir cambios
en el aprendizaje de los
estudiantes y mejorar
la enseñanza.
|
Permite reportar
resultados a nivel
de estudiantes,
a nivel de aula, de institución educativa, a nivel
local y regional en relación al
promedio nacional (una vez y al
final
del
año en caso de evaluaciones censales) con la finalidad de retroalimentar
educativo y definir políticas para el
mejoramiento.
|
Ofrece información a nivel de aula, pero
no un panorama de lo que ocurre a nivel del
conjunto del
sistema educativo.
|
Ofrece un panorama de lo que ocurre a nivel del conjunto del sistema educativo.
|
Usa una diversidad de técnicas
e instrumentos de
evaluación adaptables a las necesidades de los
estudiantes.
|
Se realiza por lo
general con pruebas de lápiz
y
papel y de opción múltiple.
|
Finalmente, es importante
tomar en cuenta que los instrumentos de la evaluación nacional (pruebas de
selección múltiple) no deben ser usados ni como modelos de evaluación ni como preparación
para responder a las evaluaciones nacionales. En cambio, los reportes de los resultados de la evaluación deben servir para la planificación de las actividades de aprendizaje. Es necesario avanzar hacia una evaluación más
“comprehensiva”, en la que los juicios
sobre el progreso de los estudiantes se basen en varios tipos de
fuentes de
evidencia recolectada en diversas situaciones a lo largo del tiempo, para así superar la prueba de opción múltiple como único instrumento.
Páginas 98 -
104:
Orientaciones para la evaluación formativa de las
competencias en el aula: Currículo Nacional de Educación Básica -2016
No hay comentarios.:
Publicar un comentario