Escrito por Julio Domínguez G.
Vivir en países emergentes como el nuestro,
caracterizado por altos niveles de inestabilidad tanto en el contexto económico
y social así como dentro de las organizaciones tienen ventajas en relación a
países desarrollados altamente estables, ya que lo único estable es la
inestabilidad. Esto desarrolla en las personas la capacidad para manejarse en
situaciones de cambio, a las que ahora se van acercando relativamente los
países desarrollados ya que el mundo se está volviendo cada vez más inestable
pareciéndose cada vez más a países como el nuestro. Ello configura una
capacidad competitiva que se necesita aprovechar.
La
realidad actual del país se caracteriza por tener una gran informalidad que
llega al setenta por ciento de la economía y con efectos negativos a todo
nivel. Los procesos regulatorios impulsados por los gobiernos de los últimos
años mayormente por la aplicación de los tratados internacionales de libre
comercio presionan al treinta por ciento de la actividad formal, creando
obstáculos para el desenvolvimiento de las organizaciones tanto del ámbito
formal como informal; incluso se ha generado un nivel pernicioso de corrupción,
violencia social y política en todos los sectores de la sociedad.
Contradictoriamente
las organizaciones vienen desarrollando con los años un cierto instinto
particular para detectar oportunidades que les permita salir adelante ante las
mencionadas condiciones adversas, creando un estilo de gestión adaptable al
cambio. Pero el instinto no basta, es necesario aplicar instrumentos y
criterios orientados a servir, como una forma alternativa y práctica, para mejorar tal capacidad en
las organizaciones. Este conjunto de criterios y estrategias están orientadas
al fortalecimiento estratégico de las organizaciones utilizando como eje
transversal esa capacidad propia desarrollada para enfrentar la inestabilidad,
en otras palabras la resistencia para afrontar situaciones de continuos cambios
y poder recuperarse, reponerse o reacomodarse rápidamente de situaciones
difíciles; esto se convierte en un requisito indispensable para lograr el éxito
en el entorno altamente competitivo en que hoy se desenvuelven las organizaciones
(Schneider, 2006). El presente documento analiza las cualidades propias que
distinguen a nuestra gente en relación a la resistencia a enfrentar cambios
también llamada resiliencia o la “capacidad de adaptación frente a un agente
perturbador o un estado o situación adverso”. Además, presentar los elementos
que contribuyen al desarrollo de las organizaciones desde una perspectiva
holística.
Para mejorar la capacidad de la organización y
alcanzar los resultados previstos debe determinar las cuestiones externas e
internas que son pertinentes para su propósito y su dirección estratégica que
pueden afectar su capacidad para lograr los resultados previstos.
Consideraciones externas vinculadas a superar toda suerte de incertidumbres y
riesgos exógenos que afectan el manejo gerencial que servirán en un extremo
para reinventarse y superarlos con habilidad para no dejarse sorprender por
tales cambios como: giros bruscos de la política gubernamental, estrecheces del
financiamiento, violencia social y los fenómenos y catástrofes naturales.
Alcanzar el éxito es enfrentar un conjunto de adversidades con ingenio y
originalidad pero teniendo como base “los requisitos del cliente, los legales y
los reglamentarios”, es decir dentro de la ley (NTP ISO 9001-2015). Adicionalmente
el contexto externo pasa por los componentes de las crisis o fallas
estructurales de las economías a nivel mundial pero que alcanzan al país;
ejemplos son las variaciones del precio del petróleo y de las materias primas,
crisis de la deuda externa en países de la región. Además de esto el exceso de
regulaciones e impuestos son obstáculos al desarrollo de las organizaciones, en
la práctica suelen inducir a la corrupción y la informalidad.
Adelantarse a los cambios y estar convenientemente preparados para el
futuro visualizando escenarios probables y deseables es una capacidad necesaria
difícil de alcanzar. Las organizaciones deben abordar riesgos y oportunidades
para elevar su eficiencia, alcanzar mejores resultados y prevenir los
efectos negativos o riesgos. Las oportunidades pueden surgir como resultado de
una situación favorable para lograr un resultado previsto. En tal
sentido, conocer lo que pasa en el concierto internacional mejora la capacidad
para determinar las tendencias internacionales para adelantarse y formular
estrategias que permitan abordar los riesgos y las oportunidades. De esta
manera aseguramos que se puedan alcanzar los resultados previstos, aumentar los
efectos deseables, prevenir los efectos no deseados y lograr la mejora. Determinar
los riesgos y las oportunidades debe ser parte del planeamiento de las
organizaciones.
Las organizaciones que son capaces de adelantarse a
los problemas son las que ven oportunidades donde otros solo contemplan
problemas y dificultades. Tales oportunidades se optimizan a través de
planes a largo plazo que incorporan estrategias bien reflexionadas
aplicando creatividad e innovación y porque no decirlo, con audacia.
La
perseverancia es un aspecto cultural clave que
descansa en un conocimiento extenso del contexto y confianza en el largo plazo
con lo que se atrae empuje y un deseo permanente de progresar acompañado
de cambios organizacionales importantes y manteniendo la vigencia del proceso
estratégico en la organización.
Un componente imprescindible es la modernización
tecnológica de las organizaciones para superar las condiciones del
entorno y ser competitivas lo que servirá para superar obstáculos y permitir la
construcción de ventajas competitivas. La aplicación de TIC y la gestión de la
infraestructura TI, la gestión de los servicios TI y del gobierno TI son
elementos que permitirán a la organización mantenerse permanentemente
actualizada en el uso de la tecnología de la información y comunicación.
La capacidad transversal de resiliencia debe
tener en cuenta las capacidades vistas anteriormente ante un entorno de
inestabilidad considerando además una atención permanente a los siguientes
elementos que ayudan a desarrollar las capacidades y habilidades para ingresar
a un proceso estratégico: propósito, estructura, cultura y talento. Tales
dimensiones responden a dar una mirada holística a la organización, es
decir, mirarla como un sistema. De esta manera se ve a la organización
como un todo visualizando cada una de sus partes sin perder de vista la
relación entre tales elementos.
Una organización con propósito permite que las
personas se conecten con ella; asociando todo lo que hacen con dicho propósito:
es el porqué. La estrategia se refiere al qué (es decir la visión y la misión)
y al cómo (los medios) como una reflexión y comprensión permanente
del día a día mirando al mismo tiempo el largo plazo. Todas las organizaciones
necesitan una estructura para lograr el control de los procesos generando la
menor rigidez posible para mejorar la capacidad adaptativa. La cultura aunque
invisible está presente en las organizaciones y se manifiesta en las actitudes
y comportamientos manifiestos en las personas de todo nivel; los valores dan
consistencia a la cultura y determinan la forma como las personas interactúa
dentro de la organización. El talento se refiere al grupo de personas que, como
puntas de lanza dentro de la organización, infunden sentido, piensan por sí
mismos, promueven la flexibilidad y autonomía y, afrontan los desafíos que se
presentan.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
- Eichholz
JC (2015) Cambio Adaptativo. Colombia: Ediciones de la Lid Ediciones.
Pág.161-252.
- INACAL
(2015), NPS – ISO 9001 – 2015, Lima.
- Schneider
B. (2006) Resilience. Cómo construir empresas exitosas en contextos de
inestabilidad. Grupo Editorial Norma, 2016. Pág. 27 – 83
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